APERTURA DEL AÑO JUBILAR

POR LAS BODAS DE ORO EPISCOPALES

DE MONS. SAMUEL RUIZ GARCIA

25 de enero de 2009 

F:      Hace 49 años, en este mismo lugar, fue ordenado obispo jTatik Samuel Ruiz García, siendo el XXXV sucesor de Fray Bartolomé de Las Casas. Dentro de un año, Dios mediante, celebraremos sus bodas de oro episcopales. Esto merece un AÑO JUBILAR, pues es justo y necesario dar gracias a nuestro Padre Dios por el don de su vida y de su entrega generosa al servicio de este pueblo. Reconocemos todo lo que Don Samuel ha significado para nuestra Iglesia y sería una injusticia no valorar sus cuarenta años al frente de esta diócesis, y sus 84 años de vida, consagrados al Reino de Dios.

 

E:     Si todos los tiempos son difíciles y tienen sus propios retos, a Usted, Don Samuel, le tocaron momentos mucho más difíciles que los de ahora, tanto en lo social, en lo geográfico y en lo cultural, como en lo político y en lo religioso. No desconocemos sus dolores y sufrimientos, compartiendo los dolores y sufrimientos del pueblo pobre y oprimido. Por todo ello, le damos sinceras gracias y reconocemos los carismas con que Dios lo adornó. Reciba la gratitud de su pueblo y demos gracias a Dios Padre, en especial durante este Año Jubilar.

 

F:      Hemos iniciado nuestra celebración con el caracol. Hemos caminado, formando un solo pueblo, en torno a la cruz de la plaza Catedral. La Iglesia no se detiene; es un pueblo peregrino, teniendo como centro de su caminar a Cristo crucificado y resucitado. Así también hemos querido seguir caminando en esta su diócesis. Las opciones fundamentales no se pueden perder. La opción por los pobres no es optativa, sino esencial, determinante y configurativa de toda la Iglesia, pues su raíz es profundamente evangélica. Por ello, no podemos dejar de seguir luchando por la dignidad y los derechos de los indígenas, de los migrantes, de los pobladores de los barrios urbanos. La inculturación de la Iglesia, tanto en las traducciones bíblicas y litúrgicas, como en su pastoral, es una exigencia de la encarnación del Verbo de Dios.

 

E:     Ser una Iglesia autóctona, liberadora, evangelizadora, servidora, en comunión y bajo la guía del Espíritu, es una vocación que nos da identidad y que no podemos perder, dentro de los nuevos retos de los tiempos, que no se detienen y nos llevan a una transformación cultural que exige nuevas respuestas pastorales. La interculturalidad, la diversidad en la unidad, la migración, la atención a los nuevos centros urbanos, los cambios generacionales, son retos actuales que procuramos ir atendiendo, sin perder lo fundamental, que es la opción por Cristo, único camino, y en El y con El, la opción por los pobres. Llevamos dos años de un proceso de evaluación del caminar diocesano, para no perder lo fundamental y, desde allí, enfrentar los nuevos retos. Queremos y debemos ser una Iglesia fiel a Cristo y fiel al pueblo que no detiene su caminar.

 

F:      Iniciamos este Año Jubilar en la fiesta de la conversión del apóstol Pablo, de quien celebramos los dos mil años de su nacimiento. San Pablo fue un apasionado por Cristo y un impulsor de la difusión del Evangelio en otras culturas. Por ello, sufrió tantas persecuciones, hasta el martirio. Que él nos inspire en esta pasión por Cristo y por nuestro pueblo concreto e histórico. Podemos tener diferentes criterios y líneas de acción, pues todos somos distintos; pero es el mismo Cristo que nos une y nos impulsa. En El, estamos unidos y seguimos luchando por la verdad y la vida, la santidad y la gracia, la justicia, el amor y la paz, que son los pilares y los signos del Reino de Dios.

 

E:     Pongamos, pues, los 49 años episcopales de jTatik Samuel en el altar, para que con Cristo, en El y por El, siga siendo una ofrenda agradable al Padre, una víctima que se sigue inmolando, para que nuestros pueblos en Cristo tengan vida plena.

 

F:      Con estas intenciones, declaramos inaugurado el Año Jubilar por las Bodas de Oro Episcopales de jTatik Samuel Ruiz García, desde hoy hasta el 25 de enero del año 2010. En el nombre del Señor y de nuestra Madre, Santa María de Guadalupe. Que nos guíe el Espíritu Santo. Entonemos el canto del Gloria.

 

 

            + Felipe Arizmendi Esquivel                         + Enrique Díaz Díaz

Obispo de San Cristóbal de Las Casas          Obispo Auxiliar de San Cristóbal de L. C.