Acerca de “Los nuevos santos del gobernador” de Chiapas

Señor director:

Vaya sorpresa la que nos obsequia en Proceso 1683 el reportero Isaín Mandujano con la nota titulada Los nuevos santos del gobernador. Cuenta allí que el gobernador de Chiapas, Juan Sabines Guerrero, “llegó al exceso” de erigirle un busto a Juan Camilo Mouriño. 

Las palabras de Mandujano son justas y precisas. Juan Sabines resulta infiel a todo: a quienes lo llevaron al poder, al parentesco con el gran poeta Jaime Sabines, a la verdad histórica. Son dos casos: el del homenajeador y el del homenajeado. 

El gobernador decimos, usando el lenguaje coloquial: se dio el gran pasón o se voló la barda. ¿Qué le sucede al mandatario chiapaneco? ¿Tan desinformado y desorientado se encuentra? No. Es un caso de excelsitud de la mentira y el cinismo. A diferencia de él, nosotros no estamos desinformados o extraviados. Los lectores de Proceso y del diario ¡Por esto! en la Península de Yucatán conocemos la verdadera obra del churumbel Juan Camilo Mouriño. 

Se trata, es muy obvio, de un caso de macropicaresca política.
Atentamente 
Licenciado Arturo Menéndez Paz

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