TOLVANERA 

Un burócrata llamado Bofo

Roberto Zamarripa

Reforma

www.reforma.com

(9 febrero 2009)

En diciembre del 2008, el equipo Cruz Azul anunció que estaba a punto de contratar a Adolfo El Bofo Bautista, sin duda uno de los mejores jugadores del futbol mexicano.

Súbitamente, como noticia de fin de año, vino una información desconcertante: El Bofo se quedaba en el equipo Jaguares de Chiapas. Y otra nueva: junto con la retención de El Bofo, se anunciaba que el gobierno de Chiapas que encabeza Juan Sabines Guerrero, adquiría el 51 por ciento de la propiedad del equipo de futbol.

La adquisición tuvo la autorización del Congreso chiapaneco donde, al igual que el gobernador Sabines, se consideró que en medio de una situación recesiva en el país, en uno de los estados más pobres de México, lo mejor era destinar el dinero público para rescatar a un equipo de futbol en quiebra y de medio pelo.

El anuncio lo hizo el 30 de diciembre, Antonio Leonardo, presidente de Jaguares y dueño de Farmacias del Ahorro, quien dijo que el equipo tenía una deuda de 66 millones de pesos por lo que buscó al gobernador Juan Sabines mismo que "generoso" ofreció convertir la deuda en acciones y asociarse con la empresa dueña del equipo a través de un fideicomiso.

El director del Instituto del Deporte, Jorge Cuessy, declaró que Jaguares debía 34 de los 66 millones de pesos al gobierno del estado por renta del estadio, energía eléctrica, servicios, estacionamiento, etcétera. Suena raro que un equipo "consentido" por el gobierno, del que se sabía gozaba de exenciones oficiales ahora resulte que debía la renta, la luz, el agua y los refrescos.

Cuessy dijo algo más: "el gobierno no se meterá en la administración del equipo, y mucho menos en la compra y venta de jugadores".

Aunque hay versiones que indican lo contrario. Por ejemplo, en el 2007, cuando apenas empezaba Sabines en su administración (gubernamental), se supo de una comida que tuvo en un salón privado del restaurante El Asador Castellano, en Tuxtla Gutiérrez, con Antonio Leonardo, el entonces asesor deportivo del equipo, Sergio Almaguer, y tres personas más.

Ahí Sabines fue tajante en exigir "un equipo campeón". Le dijeron que se necesitaban buenos jugadores y eso era caro. Para junio del 2007, Jaguares compró en cantidades millonarias a El Bofo Bautista, al delantero Alejandro Vela y a un defensa gordito llamado Christian Armas, todos provenientes de las Chivas. Resultó extraño que Farmacias del Ahorro tuviera tanto dinero para esas compras, máxime que ahora dice tener al equipo en quiebra.

 

Dos años después, Bautista vuelve a ser tema en Jaguares. En medio del desastre financiero del equipo, cuya nómina es altísima, vino la noticia de que Bautista iría a Cruz Azul. Eso detonó las alarmas en Palacio de Gobierno.

Cruz Azul estaba dispuesto a pagarle a Bautista 120 mil dólares mensuales de salario (Cancha, 16/01/09), 10 mil dólares menos de lo que entonces ganaba en Jaguares. Farmacias del Ahorro ya no tenía con qué pagar ese discreto salario. Pero con la nueva administración "mancomunada" entre Sabines y las Farmacias, Bautista -un polémico jugador, talentoso y espectacular- se quedó en Jaguares con aumento de sueldo: pasó de 130 mil a 150 mil dólares mensuales, equivalente al salario de más de 200 maestros, por decir algo.

Dicen en Chiapas que El Bofo sí parece burócrata porque cobra en el gobierno y no trabaja. No ha jugado un minuto en esta temporada debido a una lesión.

En el ambiente de los presidentes de clubes de futbol, no parece haber duda de que Juan Sabines es el padrino de Jaguares y de El Bofo. Surgen los comentarios irónicos. Hay quien asegura haber negociado directamente con el gobernador Sabines la contratación de Alán Zamora, un novel defensa proveniente del Atlante quien fue ofrecido a Jaguares en 24 millones de pesos. 

El gobernador Sabines, sin saber mucho de Zamora ni tampoco de futbol, antes que regatear el precio de la carta ofreció 4 millones de pesos de más. Gustosos, los vendedores entregaron al jugador por 28 millones de pesos, casi la mitad de la deuda del equipo.

Probablemente Sabines tenga una versión distinta de la transacción pero debe de saber que en el medio futbolístico ya encontraron a quién venderle caro. No tendría nada de malo si fuera dinero de su peculio pero el gobernador decidió poner en juego dinero público. ¿Rendirá cuentas?