CONDECORACIÓN Y COMPROMISO CON LOS DERECHOS DE MIGRANTES.

Miguel Angel de los Santos.

 

En materia de derechos humanos hacia los migrantes centroamericanos se siguen cosechando reconocimientos. Muy pronto el gobierno de El Salvador –antes fue el de Honduras- otorgará al gobernador de Chiapas, la Condecoración “José Matías Delgado” para reconocer la política en materia de derechos humanos hacia los migrantes centroamericanos en su paso por Chiapas.

 

Son bien merecidos, dado que han disminuido los abusos a los derechos humanos de los migrantes. No obstante, no debemos echar las campanas al vuelo. Hay avances, pero todavía falta por hacer para lograr la plena observancia de los derechos humanos de las personas migrantes.

 

Así lo ha reconocido también el Relator de Naciones Unidas para las Migraciones, quien realizó una visita a la frontera sur en marzo de 2008, “el Estado de Chiapas está elaborando nuevos programas para la prestación de asistencia, en particular atención médica y educación para las familias de los trabajadores agropecuarios, pero aún queda mucho por hacer para regularizar las prácticas laborales y para brindar recursos a los trabajadores migratorios en los casos de abusos.”

 

En materia de migración se requiere, como he dicho antes, capacitación sistemática, no aislada como suele hacerse, en materia de derechos humanos específicos de los migrantes. Debe abandonarse esa percepción sobre los migrantes como motín de robo o extorsión, como sujetos inferiores por no tener empleo y encontrarse fuera de su país, como sujetos sin derechos. Es necesario dejar claro que los migrantes viajan con carencias y dificultades, pero con derechos internacionalmente reconocidos. En ese sentido, debe también asegurarse que los migrantes se encuentren libres y seguros de no ser atacados por las bandas de delincuentes. Debe tenerse en cuenta que brindar seguridad es también una obligación estatal.

 

De manera que el reconocimiento que pronto recibirá el gobernador por parte el gobierno de El Salvador, constituye también un compromiso, y creo que el reconocimiento es mas importante por eso, por el compromiso futuro en materia de derechos humanos. Recibir una distinción por hacer bien lo que estás obligado a hacer, es decir, observar los derechos humanos, me parece positivo; sin embargo, impone la obligación de continuar respetando y asegurando que se respeten los derechos humanos de los migrantes.

 

No se vería nada bien que quien ha sido distinguido por su política de respeto a los derechos humanos de los migrantes, fuera cuestionado mas adelante por violar los mismos o permitir que otros abusen de los derechos humanos. Por eso es que pienso que la condecoración que otorgará el gobierno de El Salvador trae consigo el compromiso.

 

Pero esta política de respeto, o de avances en el respeto a los derechos humanos de la población migrante, deja en claro que sí es posible instrumentar con éxito políticas dirigidas a asegurar el respeto a los derechos básicos. Y debe ser ésta una experiencia que se traslade hacia la población nacional.

 

 Para lograr que se respeten los derechos de la población chiapaneca se necesita la misma conducta: abstenerse de violar los derechos humanos. Es decir, desde los altos niveles del gobierno se debe trasmitir a los niveles inferiores la convicción por el respeto a los derechos humanos. De tal suerte que, así como las corporaciones de policía hoy día, se abstienen de abusar de los derechos de los migrantes, también se abstengan de detener arbitrariamente, de torturar, de incomunicar a personas nacionales, sospechosas de conductas delictivas o miembros de organizaciones sociales.

 

Cuando esto suceda seguramente que también se multiplicaran las distinciones y reconocimientos nacionales para quien haga realidad las múltiples disposiciones en materia de derechos humanos.