Un activista que decidió ser Chiapaneco y luchar porque los Derechos Humanos sean reconocidos para todos y todas, además de ser la voz de muchos que guardaron silencio por miedo, abusos y discriminación.


Un hombre que dio más de 20 años de su vida por una lucha constante para que muchos jóvenes, mujeres, hombres y niños que viven con el VIH fueran atendidos, medicados sin que pasarán la difícil e imprudente discriminación.


Arturo, Arturito o el gordo, como le decíamos dijo un día a un reportero “recuerdo cuando me vine a vivir a Chiapas, venía muy cansado y desgastado por tanta pérdida y muerte de amigos en la Ciudad de México y dije ‘Me voy a Chiapas. Desafortunadamente, hoy día, la lista en Chiapas ha crecido pero sigo yo aquí, por algo sé que sigo”.


Y en efecto su permanencia desde 1999 no fue solo por beber el pozol, fue por ver todo aquello que dañaba en la sociedad, aquello que no era equitativo, aquellas ridículas acciones discriminatorias que impedían que muchos y muchas continuarán una vida o lucharán por su vida.


Arturo nació un 4 de enero de 1970, en Paolo Solo, estado de México gustaba por compartir sus momentos con los amigos y toda esa familia que reunió por varios estados de la republica y muchos más de otras nacionalidades, se encargó a lo largo de su trayectoria de combatir la pobreza y la marginación a través de la promoción y defensa de los derechos sexuales y reproductivos, como derechos humanos de la población vulnerable y en situación de exclusión social.


Cabe mencionar que fue cofundador de Cifam en el 2002, posteriormente fue director general de la organización civil y desde el 2009 fungió como director en Políticas Públicas y Derechos Humanos.


Previo a su incorporación a la organización realizó defensoría en materia de derechos humanos, denuncia y vigilancia ciudadana, destacando en la defensa de los Derechos


Humanos de las personas afectadas por el VIH/sida, donde supo llegar a la sensibilidad de diferentes actores sociales, organizaciones civiles e instancias gubernamentales para generar una respuesta al VIH/sida. Fue promotor de la campaña de los derechos sexuales y reproductivos “Las y los Jóvenes tenemos derechos… y derechos sexuales también” , así también organizador de las primeras ruta del condomóvil en varios municipios del estado, principalmente de las regiones Costa y Sierra.


El activista se nos adelanto este jueves 11 de agosto, por una insuficiencia cardiaca que lo llevó a un paro cardiorrespiratorio, en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), en la Ciudad de México.


Serán velados los restos de nuestro gran amigo en Velatorio Solidaridad ubicado en Miguel Schultz número 124, de la colonia San Rafael, entre Antonio Caso y Guillermo Prieto, de la Ciudad de México a partir de las 18:00 horas. Posteriormente a los ocho días sus cenizas serán trasladas a Chiapas, ya que en sus últimos deseos pidió Vázquez Razo, “ser cremado y que sus cenizas fueran trasladadas a Chiapas, para ser esparcidas en el Cañón del Sumidero, “lugares muy disfrutados por él”, dijeron familiares.



Descanse en paz gran amigo y hermano.